
El equipo de fútbol Americano de Watauga corriendo para un partido de fútbol Americano en casa. Credito de foto: Charlie Stumb, Watauga Publishing
Brennan Smith
La clase de 2025 de Watauga ha dejado una marca duradera en el campo, visible para que todos la vean. Su legado se ha forjado a lo largo de muchas temporadas de duro trabajo y dedicación. Durante los últimos cuatro años, los estudiantes de último año del equipo han dedicado innumerables horas al deporte del fútbol Americano, luchando contra largas prácticas y lesiones, a la vez con sus estudios. A pesar de los sacrificios, su compromiso nunca decayó y siguieron dándolo todo por el fútbol.
La clase del último año escolar estableció un estándar de excelencia para el fútbol de Watauga, priorizando la disciplina, el trabajo en equipo y el espíritu deportivo dentro y fuera del campo. El liderazgo de la clase del último año escolar creó una cultura de responsabilidad, para crear un fundamento para el éxito futuro del programa.
«Cuando experimentas tanto éxito como nuestro programa de fútbol, es muy fácil acostumbrarse a ganar», dijo John Thomas Cook, estudiante de último año. «Sin embargo, cuando oí el último silbato me sentí desgarrado. Cada entrenamiento, partido, sangre, sudor y lágrimas que me llevaron a ese momento pasaron por mi mente. Habría dado cualquier cosa por salir victorioso del partido y poder jugar al juego que me gustaba con mis mejores amigos.»
Los deportistas pueden aplicar las valiosas lecciones aprendidas en el campo de entrenamiento a los partidos, así como a su vida personal. Algunas de las enseñanzas más importantes han sido superar las dificultades y gestionar la presión constante que proviene de ellos mismos y de los demás.
«A lo largo de mi vida, el fútbol me ha ayudado a aprender a afrontar mucho mejor la adversidad y la presión», afirma Caleb Dewey, estudiante de último año. «Tuve que manejar la intensidad del juego y concentrarme en las jugadas mientras recibía golpes constantemente y trataba de dar un esfuerzo perfecto.»
El fútbol también cambia por completo la vida de sus jugadores. A través del juego, los estudiantes obtienen oportunidades que no habrían estado a su alcance si no fuera por el fútbol.
«El fútbol ha moldeado mi vida de maneras que no podía imaginar», dijo Trathan Gragg, estudiante de último año. «Me ha dado la oportunidad de ir a la universidad gratis y me ha transformado en un líder más fuerte. El fútbol me ha permitido elevar mi capacidad de liderazgo y desarrollar habilidades con la gente que se pueden trasladar a la vida real.»
Formar parte de la comunidad como jugador de fútbol es ser un modelo para los estudiantes de Watauga. Durante las pérdidas del huracán Helene, los miembros del equipo fueron capaces de dar un paso adelante para su comunidad y llevar consigo sus valores de trabajo en equipo y liderazgo.
«Ser miembro del equipo me ha permitido formar parte de algo más grande este año», dijo Gragg. «Cuando llegó el huracán, pudimos ayudar a mucha gente. Y cuando tuvimos nuestro primer partido en casa, me sentí tan bien al saber que unía a la comunidad, y fue un momento realmente especial.»
Los seniors de Watauga han creado experiencias inolvidables en los últimos cuatro años, y de ellas, lecciones invalorables.
«Un consejo a los jugadores más jóvenes es que se involucren aunque a veces puede ser difícil y los entrenadores [los coaches] puede que sea mucho para manejar, es realmente todo por un propósito», dijo Cook. «Implicarse en el programa es lo que nos convierte como una máquina fuerte que somos, y una vez que te das cuenta de eso, no se pueden poner límites a los logros del equipo.»
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