Donde cada pasillo se siente como en casa - Watauga High School. Créditos de foto: Página de WHS
Scarlett Rupp
Lo que distingue a Watauga High School de otras escuelas secundarias es el énfasis que pone en la comunidad, la innovación y en ayudar a los estudiantes a tener éxito. Situado en los Montes Apalaches, el ambiente en Watauga es muy unido, con el apoyo de programas para el desarrollo académico y personal. Los programas extracurriculares únicos de la escuela secundaria se centran en la preparación universitaria y profesional, y se diferencia como un lugar donde los estudiantes son realmente apoyados y desafiados en todos los sentidos.
Kate Rex, estudiante de segundo año, que participa en cross country, atletismo y softbol señala que Watauga tiene un ambiente de apoyo con alta participación y entusiasmo, particularmente en el equipo de atletismo.
«Cuando voy a un encuentro de atletismo, veo menos gente animando y menos participación [en el lado del otro equipo]», explicó K. Rex. «Nuestro equipo de atletismo tiene mucha gente y todos animan a todos».
Ya sea en el salón de clases o en el campo, los estudiantes se apoyan mutuamente de manera que crean un ambiente acogedor para todos. Este sentido de unidad no sólo es evidente en los eventos escolares, sino también en las relaciones construidas entre estudiantes y profesores.
«Watauga tiene una comunidad muy agradable, muy unida y solidaria», afirma K. Rex. «Todos nos conocemos, y todos nos animamos mutuamente, no importa en qué actividad o deporte estemos involucrados».
Otro aspecto que hace que Watauga sea única es cómo los estudiantes de todos los diferentes intereses se mezclan en una gran combinación. En comparación con otras escuelas, donde los grupos sociales pueden ser estresantes, Watauga permite a los estudiantes participar individualmente en esos grupos y hacer amigos a través de intereses comunes, en lugar de basarse en la popularidad. Como lo describe Ben Maggard, profesor de historia en WHS, la comunidad en Watauga fomenta fuertes relaciones entre estudiantes y profesores.
«A menudo se puede mirar a las áreas comunes y ver lo que yo llamaría una ensaladera de estudiantes», explica Maggard. «Estudiantes que tienen intereses comunes y se hacen amigos. Estudiantes que aceptan a todo el mundo. Nuestros estudiantes no se centran en la popularidad y realmente se inclinan por la aceptación social».
Esas conexiones se extienden en el aula, donde los estudiantes se apoyan mutuamente y se esfuerzan por alcanzar el éxito. Watauga High se encuentra constantemente entre las mejores escuelas de Carolina del Norte, gracias a la dedicación de los estudiantes y profesores que construyen relaciones fuertes y positivas.
«Los estudiantes también están muy motivados para tener éxito en el aula y continuamente permiten que WHS sea una de las escuelas mejor clasificadas académicamente en Carolina del Norte», dijo Maggard. «Los profesores también van más allá para construir relaciones positivas con sus estudiantes».
Sam Rex, estudiante de último año, añade que la diferencia en el tamaño de la escuela tuvo un profundo efecto en cómo se sentía la comunidad y cómo las personas interactuaban entre sí. La experiencia en Watauga fue mucho más íntima, donde el tamaño de la escuela, naturalmente, promovió una mayor interacción y conexiones más cercanas.
«Ser la única escuela en una ciudad pequeña tiene un gran impacto en el aspecto comunitario. Cuando crecí en Charlotte, mi colegio era mucho más grande», explica S. Rex. «La comunidad era muy diferente. Me encontraba con un pequeño grupo de amigos y ni siquiera me acercaba a conocer a todos mis compañeros en la escuela. En Watauga, la dinámica cambió significativamente».
El cambio de un ambiente escolar más grande y competitivo a uno más pequeño y de mayor apoyo en Watauga ofreció nuevas oportunidades para el crecimiento personal y el éxito. La transición a Watauga permitió a S. Rex asumir nuevos retos y aprovechar oportunidades que antes podrían haber estado fuera de su alcance.
«En Charlotte no entré en el equipo de atletismo de la escuela secundaria y estuve a punto de tirar la toalla. Al mudarme a Watauga me uní al equipo y he sido atleta del equipo avanzado desde entonces», dijo S. Rex. «También he tenido la oportunidad de ser capitán del equipo y presidente del Club de Sostenibilidad. Estos éxitos habrían sido significativamente más difíciles en mi comunidad anterior, lo que demuestra las oportunidades que rodean a Watauga.»
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